expr:class='"loading" + data:blog.mobileClass'>

miércoles, 4 de mayo de 2016

La gente auténtica cae mal

 ¡ Holaaaaa familia! Es media noche y me dispongo a escribiros a esas personas que me hacéis sonreír, que me hacéis sentir que merece la pena ser una misma.
Me encuentro en la azotea de mi casa, sentada en el césped artificial, con la radio de fondo, sintiendo las suaves caricias del aire, disfrutando de una temperatura perfecta para disfrutar de esta noche tan tranquila...
Acabo de guardar mis apuntes y el material de clase, me apetecía escribir, es un momento propio para ello.
¿Qué me inspiró a escribir?
A parte de todo lo anterior, también me inspiró una nota que vi en Facebook, en el que un ciclista decía algo así como que estaba cansado de ser pequeño, de satisfacer a los demás siendo el infeliz, y decidió dejar se ser pequeño y ser el mismo, guste o no a otras personas...

Pues sí... En parte estoy de acuerdo, pero faltaría matizar toda esa nota.
Lo cierto es que me hizo pensar...
A veces no entiendo a la sociedad que reclama tanta sinceridad... Y luego parece que piden todo lo contrario... Quieren sinceridad, pero solo aceptan lo que quieren oír...
¡Ojo! Confieso que soy una enfadona, pero llego a comprender y a disculparme si es preciso. Y lo cierto es que al final acabo queriendo más a las personas que me dijeron lo que realmente pensaban aún doliéndome (añado aquí: también hay personas que solo dicen cosas para hacer daño, pues te conocen y solo buscan eso, hacerte daño. Esas personas LEJOS).
Algo que no soporto nada, es descubrir a las personas en sus mentiras, me vuelvo desconfiada, no entiendo que necesidad de mentir y de quedar bien tienen.
Tampoco entiendo cosas tipo, todos se llevan bien, se giran y rajan unos de otros... ¡Increíble! Vale saludar por compromiso, pero un día te amooooooooo y al otro es esto o es lo otro... Pues...
Será que me vuelvo vieja o no sé, pero no va conmigo eso. Llega el punto que no sabes ni a quién saludar.
Se puede ser liberal y se puede ser de muchas maneras,  presumir de lo que son, pero luego te encuentras a personas disfrazadas sin valores.
Me importa una cacota como sea la gente,  yo no quiero caer bien, soy como soy y puedo adaptarme en algunas cosas, pero sin dejar de ser yo misma, y porque piense así no significa que sea mala, ¡al contrario! Me alejo de las falsedades y me acerco a lo sano, a la gente que me aporte cosas positivas, que me aporten momentos para no olvidar no fiestas cada fin de semana, que sólo queden en borracheras, algunas risas si vale, beber, beber, fumar, hacer cosas sin sentido y evadirse de la realidad, pudiendo hacer cosas realmente divertidas, sanas, conscientes de todas ellas, y productivas.
¡Familia soy una abuela  que sí! Será que viví muy pronto, me he criado en un barrio donde la pobreza y las drogas predominan, he visto muchas cosas aquí y fuera de mi ciudad cuando viví en Málaga y Madrid. Mis experiencias me hacen sacar conclusiones, mucho conocido...
Y si no dejo de ser yo es porque se que voy por el camino correcto. Cuanta gente se va por el camino fácil, sin saber que trampas (el precio de ese camino fácil)  les pondrá la vida al paso de ella.
En fin menos quedar chipiriguay con la gente y luchar por ser realmente uno mismo, sin perjudicar a los demás, vive tu vida, dedícate a tu vida y no jodas a los demás. Debemos aceptar que somos diferentes, que somos humanos pero nuestras mentes son muyyyyy diferentes, ya sea por la educación que nos hayan dado, nuestras vivencias, problemas, edad, etc. Si alguien no es de tu agrado, nadie te obliga a soportarlo, simplemente es falta de compatibilidad, nadie tiene culpa.

¡Buenas noches! Ser Muyyyy felices y recordar con la verdad te haces bien a ti y a los demás ¡aunque aveces duela! Pero por lo menos deja decidir al otro.


No hay comentarios:

Publicar un comentario