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martes, 10 de agosto de 2010

Mi niñez


Podría tener 3 o 4 años desde lo que mi memoria consigue recordar.
Mi madre trabajaba en una terraza de verano, donde había música, se reunían grupos de entre 18 y 40 años, gente del pequeño pueblo de Alcolea, era muy familiar todo, pues los dueños eran un matrimonio y sus hijos, que eran como familia de la mía.
Recuerdo que era la niña graciosa con la que todos se reían allí, me sentía muy bien, no paraba de bailar ¡Me gustaba tanto escuchar música y llevar el ritmo! era algo que salía de mi cuerpo, algo extraño, pero me sentía bien.
Esto es lo primero que recuerdo, mi primer contacto con la música, donde inscoscientemente sabía que había algo especial en ella.
Pasaban los años...... Y mi madre siempre me sorprendía con cosas nuevas....
Arte... el arte de las manualidades y de la imaginación...
Me enseñaba a hacer cromos, vestidos de papel (para vestir a las muñecas pintadas y recordatas de un folio A4), el teléfono hecho por hilo y dos vasos de plástico...
Ahora que lo pienso siempre he sido muy observadora en todo, pero a la que más he observado ha sido a mi madre, a la cual os menciono a menudo.

Recuerdo un regalo de reyes que me gustaba muchísimo era un juego de puzzles de personajes animados de televisión de "Pato Donald´s y compañía" pero me gustaba mucho por el juego en sí, eso de encajar las cosas me encanta y hasta que no consigo encajarlo no paro, creo que aún lo conservamos..



Cultura dada por mi abuelo y mi tío, se le puede llamar así. Con ellos me iba a andar de pequeñita por el casco antiguo de Córdoba, la Calahorra, el Puente Romano, el Arco del Triunfo, la Mezquita, la Judería, la Plaza del Potro, la Calahorra, las pequeñas callejuelas en las que no hay aceras, las casas son como mucho de dos plantas, con los balcones llenas de flores, ¡para no olvidarse vaya! nos recorríamos toda la ciudad cuando había buen día y casi siempre nos encontrábamos algo, alguna pulsera, algún anillo, duros, pesetas. Cuando nos encontrábamos esto último aprovechaba para comprarme un chicle que costaban 1 duro, quien lo diría...
Pero sin duda el mejor sitio donde íbamos era un mirador que hay cerca de casa, a los eucaliptos, hay como unos 30 entre el río guadalquivir y una pequeña montaña junto a la autovía que va de Sevilla a Madrid , desde allí se veía todo Córdoba y Sierra Morena, algo increiblemente bonito. Me lo pasaba super bien allí y más cuando llegaban los fines de semana y nos reuníamos en casa de la abuela los primos más cercanos, y nos íbamos con los perros hasta allí, que acompañaban en todo momento al abuelo Luciano y al tito José.

Conocimiento de la música, cultura y arte la escuela en casa.
¡Hasta la próxima entrada lectores!

1 comentario:

  1. Que recuerdos de los eucaliptos, todos con un baston peleandonos por quien cogia el mejor, esos paseos que nos proponiamos llegar hasta la casa blanca, te acuerdas? pero nunca llegamos jajaj.... , tirandonos por la cuesta de los eucaliptos, y el pozo!!! te acuerdas? y llegabamos reventaos la cuesta hasta llegar a casa de la abuela se hacia infinita... como lo hecho de menos....

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